dilluns, 17 de març del 2014

15 Km Valencia abierta al mar

Cuando me pongo a pensar en por qué empece a correr se me ocurren muchas cosas, pero la verdad es que nunca pensé en la satisfacción tan grande que sientes al cumplir un reto.

Correr te transmite mil sentimientos diferentes, mil estados diferentes: alegría, tristeza, euforia, agotamiento, dolor, placer, ilusión, desesperación… sensaciones en ocasiones opuestas entre sí, sensaciones que cambian a cada momento, sensaciones llevadas al extremo, para bien y para mal.

Un día sientes la necesidad de ponerte a prueba, y ese día recibes la llamada de una amiga y te propone un reto hasta el momento impensable para mi, inscribirse a una 15k.

Y no voy a mentir, el primer sentimiento es de miedo de no poder acabarlo pero, la ilusión me puede!!
Así es que un buen día inscrita, ya no hay vuelta atrás. 


 
En la recogida de dorsal el día anterior a la carrera.


Llego el momento, el gran día con los nervios del previo...y con muchas ganas de empezar a rodar, son momentos de muchos nervios donde nuestras revoluciones están a 1.000 por hora y nos impresiona vernos dentro de toda esa multitud. 

Con el pistoletazo de salida empiezan todas las prisas habidas y por haber; todos queremos pasar por debajo del arco de salida cuanto antes puesto que es ahí donde el cronometraje del chip empieza a contar.

A lo largo de estos 2-3 primeros kilómetros es importantísimo mantener la calma!!!  
El efecto de todo el pelotón corriendo a la vez nos lleva a instalarnos en un ritmo / km muy superior al que nosotros podemos permitirnos. Pero no fue nuestro caso, conseguimos mantener nuestro ritmo. 
Primeros kilómetros de la carrera
Del kilómetro 3 al 7 la carrera fue muy llevadera puesto que tenía en mente el ecuador de la misma, es decir, el paso por el kilómetro 7. Llegados a este punto habíamos conseguido llevar un ritmo adecuado, a pesar de que la sensación de cansancio empezó ya a ser no tan leve.

A partir del kilómetro 7, fueron kilómetros de transición. Íbamos conversando y se hizo muy llevadero.

Psicológicamente los peores kilómetros fueron fueron del 11 al 14 porque ya sabes que falta muy poco, pero el km 14 nunca llega... Aunque en esos momentos es siempre muy importante ir acompañado, y yo estaba muy bien acompañada. Tener a una persona al lado que te dé ánimos constantemente es fundamental. Sí Amelia fue muy fácil correr contigo!! 

Y al fin ahí está el km 14 !!! La adrenalina empieza a subir!! Hasta que ves la meta y ves que tu reto lo has conseguido. Al mirar el crono te das cuenta que además, lo has echo en menos tiempo del que te creías capaz. 

Al final mis sensaciones buenísimas: poder conseguirlo, en mejor tiempo del que queríamos, en muy buena compañía y sobre todo mejor afición, ya que al acabar nos esperaba una afición muy importante. 

En definitiva perfecto!!!



Olga

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