diumenge, 6 de maig del 2012

Subida a la cruz!!

¿Qué hacemos el sábado? ¿Subimos a la cruz? Vale!! Hoy he podido disfrutar de esta excursión acompañada por Maria y Eva.  
Primeras vistas de la ciudad.
Descansando con Eva.
Yo había subido otras veces a la cruz pero no por este camino. Antes de llegar al primer túnel, nos hemos desviado hacia la izquierda. Hemos empezado subiendo unas escaleras. Tengo que decir que este camino tiene un desnivel considerable pero me gusta! Hemos pasado por un cementerio de animales que yo desconocía.

El cementerio de animales.
Una paradita para contemplar la ciudad.
Siguiendo el camino.
Cuando hemos llegado al destino, lo primero que hemos hecho…subir a la cruz!! Y después llenar el estómago para poder empezar con la bajada.

Subiendo sin ayuda de la escalera
Conseguido! Foto para el recuerdo.
Intentando subir a la cruz...

El camino de bajada no ha sido el mismo. Hemos bajado por la parte de detrás que nos ha llevado hasta el preventorio y de ahí hemos seguido la carretera normal hasta llegar a Alcoy. El tiempo ha empezado a ponerse feo y nos ha pillado un poco de lluvia.
En la cima.

Aquí os dejo mi ruta:
- Distancia: 10,7 km.
- Duración: 02:17:36 h.

Ruta caminata.
Menuda subida.

dissabte, 5 de maig del 2012

El gordito que corrió 1.000 kilómetros

A continuació us deixe un text que he llegit hui. Es una historieta d'un corredor espontani en la que apareixen i he destacat alguns consells que tot runner coneix perque en les seves primeres carreres ha sentit i patit. Ahí va!!!


Un relato sincero de cómo alguien que conozco se convirtió en un runner, aun siendo gordito y cuarentón.

Mi amigo es de esos que son alérgicos al deporte. Hasta hace año y medio tenía el cuerpo a estrenar, deportivamente hablando, claro. Tenía las rodillas en rodaje y menos tensión muscular que Torrente.

Le sobraban todas las comilonas de los últimos 10 años, y daba una clase de pádel semanal, como si eso le sirviera de bula para comer el resto de la semana con salsa.

Un día su profesor de pádel, le dijo que con sus nuevas zapatillas no eran apropiadas para el padel. “No son tan feas”, dijo él. “Son de running, no puedes jugar con eso”, le contestó el profesor. Ahí acabó la clase para él. Las había sacado de un cubo de ofertas de Decathlon y únicamente se había fijado en que no fueran una feria de colores.

Al volver a casa decidió probarlas corriendo, ese fue su primer contacto con el running. Ni una decisión meditada, ni una vocación, ni desde luego una promesa. Solo el remordimiento de tener unas zapatillas de oferta sin estrenar.

En aquel primer amago duró unos dos minutos corriendo, lo que duraba la cuesta abajo. Pero pudo comprobar que las zapatillas eran blanditas. Le gustó la cosa. Se sentía bien, hasta que notó que le ardía la cara del calentón.

Pero al día siguiente la sensación fue penosa. Se propuso llegar hasta la caseta del guardia, unos 500 metros, pero no había tenido antes su clase de pádel y fue como empezar a correr sin pan. Aguantó tres minutos y con los pulmones como embutidos dentro del pecho. La primera lección fue entender que uno aguanta más cuando está activado que cuando empieza a correr de cero. Así cada cuatro días, o así, lo intentaba de nuevo. 5 minutos, 6 minutos, 3 otra vez, ¡ida y vuelta a la caseta!

Un día bajó al pueblo donde hay un carril bici llano. Había visto a gente correr por allí. Corrió hasta el final de la primera recta…, unos 700 metros, y otros 300 metros extra de vuelta. ¡Qué derroche! Como puede verse, eran cifras de vértigo. Y aunque él lo llamaba correr, en realidad, aquello era una especie de trote pesado. Masas en suspensión rebotando de lado a lado y cayendo a plomo en cada pisada. Algo digno de verse a cámara lenta y alta definición.

Aun así aprendió otra lección: hay que evitar las cuestas, agotan físicamente y mentalmente, son como un muro. Hay que buscar el mínimo esfuerzo. Y si una semana no le apetecía correr, no corría y punto. Decidió intentar siempre quedarse con buenas sensaciones. Él era un sedentario profesional y sabía de qué hablaba.

El caso es que aquel territorio llanito se lo puso fácil. Empezó a dar la tabarra a los amigos, sobre todo a mí. Nos contaba sus logros de 7 minutos, 10, ¡15! Generalmente, la señal para pararse era el color rojo de su cara y la sensación de perder el páncreas. Pero iba tomando medidas muy básicas. Se apuntó la lección número 3: tomar referencias estaba bien, resultaba útil estar entretenido y con algo en que pensar en medio de tanta agonía. Según él, no había un rendimiento real que medir, más allá de discernir si estaba agónico o solo extenuado. No había matices, siempre era un poema cada vez que acaba de correr.

Un día cualquiera alcanzó la barrera de los 25 minutos. Había leído que a partir de una distancia o tiempo uno empieza a estabilizarse. Comprobó cómo al cabo de un rato los jadeos agónicos ya solo eran resoplidos de caballo. Y paró. No porque estuviera al borde del colapso, sino porque había llegado al tiempo. Otra lección más: Hay que escuchar música para no oírse uno mismo respirar como un mamut en fuga. Eso hace que el tiempo se pase mejor.

Habían pasado unos tres meses y la cosa ya le entretenía. Había llegado a entender y sentir eso de ‘estabilizarse’ que, básicamente, significa “descubrir espacios de tiempo en los que has dejado de pensar en el sufrimiento y te has distraído pensando en otras cosas sin dejar de correr”.

En su cumpleaños, los amigos, aburridos de sus reportes, le regalamos un Nike Plus. Momento en que empezó a medir mis carreras. Le apetecía tanto estrenarlo que un 5 de diciembre, a unos 4 grados de temperatura, corrió 5 kilómetros. Resulta que aquella ruta que decía correr cada 3 o 4 días sí tenía esa distancia.

Aquel invierno pasó por la fase “soy un corredor medio profesional, necesito de todo”. Y no exagero. Empezando por unas Nike Vomero 4 (las “zapas” más caras y blanditas que encontró) rodillera de refuerzo, luz por si oscurecía, pulsómetro, ropa técnica, calcetines especiales, taloneras de gel, calzón térmico antirrozaduras, el sensor Nike plus, el iPod, gorro, guantes y cuello térmico. Una fiesta (de disfraces). Tardaba 5 o 6 minutos en prepararse para luego correr 30.

Cada día que superaba su distancia volvía a casa esperando verlo en el telediario. Henchido e hinchado. Así, el paso de los 5 a los 6, los 7 y los 8 Km solo fue cuestión de tiempo. Pero estaba claro que ya tenía el veneno dentro.

Se empapaba de información, leía revistas y buscaba recorridos en Internet. Acumulaba ropa de deporte en casa. Y no lo dejaba. Simplemente, seguía para acumular kilómetros, como cuando un niño ahorra para comprarse algo.

Cada una de las sesiones era diferente: “Un día te gusta, otro lo odias. Un día crees que tu ritmo inicial es alto, y al otro que te ha sentado mal la comida. El lunes te paras, el miércoles reinicias. Día tras día, kilómetro a kilómetro, aprietas, desistes, mejoras, dudas, reniegas, te impacientas, disfrutas, te sientes el rey del mundo, pasas, te gustaría haber corrido más, te quedas sin aire, luego esprintas…” Lo único que si se repetía era lo orgulloso que parecía al acabar.

Para mi amigo el gordito, correr no es un momento idílico para desconectar. Se pasa el trayecto pensando en cuánto lleva y cuánto le queda. “La música es importante, porque si te distrae 3 neuronas, son 3 neuronas menos que piensan en lo cansado que estás”.

Intentó buscar compañeros de hazañas, pero pronto aprendió que era incapaz de correr y hablar a la vez, mas allá de un sihhh o nohhhh coincidiendo con la expulsión del aire.

Siguiente reto: Una carrera popular de 10Km. Aunque solo fuera por estadística, acabó encontrando a gente que también corría y entre todos le convencieron: “Tienes que hacer una carrera popular de 10 Km”. Él sólo estaba preocupado por las malditas cuestas y no dejaba de preguntarse: “¿Qué pintamos mi barriga y yo con toda esa gente delgadita vestida de colores?”. Aún así se apuntó. No supo decir si se le hizo corto o largo. El caso es que lo hizo en 55 minutos y se enteró toda España. Proeza total, incluso adelantó a gente en carrera.

Después corrió la de Aranjuez en 54 minutos. Se pasó gran parte de la carrera detrás de una chica bajita y otra más atlética que iban hablando. Por explicarlo con sus propias palabras: “A la bajita de la malla azul eléctrico parecía que iba a estallarle la lycra”. Al parecer era todo un juego de inercias, carne y pasitos cortos, y no era capaz de adelantarlas. Otra nueva lección: Si no eres competitivo, mejor. No te molestará tanto que te adelanten, solo si, quien lo haga, esté más rematadamente gordo que tú.

Ahora tocaba mejorar ritmos. Aquí sí que no ha habido manera. Sigue corriendo como un tractor a su ritmo de 5,5 o 6 minutos por Km. Ese ritmo le resulta cómodo. La parte competitiva no le entusiasma, y todo el mundo le insiste que tiene que hacer series para mejorar. Hacer series, según él, es básicamente correr a ratos como si le persiguiera un perro y volver a la fase de jadear y a soltar el páncreas por la boca. Ha llegado al punto de disfrutar corriendo, de buscar recorridos en los gozar del paisaje y del reto.

Los registros de su Nike plus siguen marcando unos 20 o 25 kilómetros por semana, sin que nadie tenga que recordárselo. Y claro, tarde o temprano los 1.000 kilómetros tenían que llegar.
Mi amigo sigue estando gordito, pero tiene un corazón como el de Induráin. Confiesa abiertamente que corre para seguir comiendo como un campeón. En eso no tiene rivales. Le sobran solo algunos kilos menos, pero tiene unas piernas que le sujetan cuando sube o baja escaleras.

Viendo sus registros escritos, siguen pareciendo increíbles. ¡Ha corrido 1.000 kilómetros en unas 120 sesiones/torturas! Eso equivale a más de una San Silvestre a la semana durante año y medio. Ha corrido más de 100 horas. Se ha lanzado por prados, caminos y hasta autopistas, jugándosela, y en sus trayectos ha llegado hasta las playas de Santa Mónica en Los Ángeles. ¿Se puede ser más runner?

Como puede verse y leerse, es un superhéroe. Lo sé porque ni uno solo de los días en los que ha corrido ha dejado de tener esa increíble sensación en la ducha. La de ser un campeón. Ese es el veneno.

Y escribo esto en tercera persona porque me sigue pareciendo increíble haberlo hecho. Es como si el gordito fuera otro y no yo.

Cogiéndole el gustillo a la bici

Hoy sábado y sin partida de padel a la vista he decidido volver a enfundarme el mono y salir a dar una vueltecilla con la bici.

Y que mejor destino que el que se esta convirtiendo en el protagonista de gran parte de nuestras excursiones y quedadas (todo esto se lo debemos a Joju y familia, que nos hace sentir allí como en casa) Si alguien aún no lo sabe me refiero a L'Orxa.  
Ruta
Perfil
Una vez pasada Cocentaina me desvio dirección AlqueriaA d'Asnar para despues buscar Muro. Sigo, pasando por Gaianes i Beniarres. Afrontando despues el ultimo tramo y más comodo de la etapa hasta llegar a L'Orxa. En poco más de 50 minutos he llegado a mi destino.
Pensando en el blog he parado a realizar un par de fotos y para arriba.

Entrada a L'Orxa
Volver ya es otra historia, ya que teniendo en cuenta que pica todo el rato para arriba y sumándole algunas ráfagas de aire se ha hecho un poco más incomodo.
Castell Perpuntxent
A destacar la subida al Altet de Cocentaina, la cual he intentado hacer a rueda de un grupo de ciclistas...pero eso, solo lo he intentado ya que se les notaba más puestos en esto de la bici que yo... y es que la veteranía es un grado!!!

En definitiva buena ruta ya que no hay mucho tráfico. Sumándole 52 Km más a mis piernas y acumulando un desnivel de 696 metros.

Poco a poco iremos incrementando la distancia y el nivel de las vueltas.

Dirección Ibi

Si el jueves la vuelta tocaba corriendo y dirección Cocentaina el Viernes la dirección era hacia el otro extremo, solo que esta vez en bici y en solitario (aprovecho este post para decir que os quiero ver encima de la bici en breve)
Tras pasar la Beniata y dirigirme hacia el Barranc de la Batalla, me doy cuenta lo bien que le ha venido la circunvalación a los amantes de las dos ruedas, ya que ha dejado una carretera con apenas trafico para poder hacer unos cuantos Km. Una vez llegado al cruce del Estepar la vía de servicio nos lleva hasta Ibi, por la que tampoco encontramos muchos coches.
Cruce Estepar
Se nublaba el dia

Esta vez he dividido en dos la ruta y el perfil, ya que al llegar a Ibi el móvil marcaba batería baja y ya que estaba probando el Sports Tracker y no quería perder el entreno decidí hacerlo en dos etapas (por cierto muchísimo más completo que el Adidas micoach que venia utilizando hasta ahora, gracias Eva por la recomendación) y decir que las baterías de los Samsung Galaxy son una “kk”, así que antes de cada entreno tendré que ponerlo a cargar.

Perfil Ida
Perfil Vuelta

Ruta
Una vez llegados a Ibi, foto de rigor con el cartelito tan chulo con el que se han adornado todas las ciudades de nuestra querida (por no decir lo que realmente pienso) Comunidad Valenciana..jeje ;)
Entrada a Ibi

Al final salieron 42 Km con 727metros de desnivel acumulado... No esta mal.. por lo menos para un principiante como yo.

dijous, 3 de maig del 2012

De ruta por Cocentaina

De ruta por el pueblo vecino.
Salimos sin tener muy claras las ideas de que ruta hacer, tan solo que nuestra vuelta debería rondar los 14 km.  Decidimos tirar para Cocentaina ya que tampoco queríamos abusar de las subidas.


Perfil de la Ruta
Mapa de la Ruta

Tras dejar atrás el polígono "dels Algars" y cruzar la carretera atravesamos el túnel de la vía dirección al instituto de Cocentaina.
Entrando al túnel Cocentaina

Pasamos toda Cocentaina y optamos por subir por la carretera dirección a Sant Cristofol. Una vez llegado a la altura del cementerio nos metimos dirección Cocentaina por la que pudimos callejear un poco. Además de ver el castillo de Cocentaina desde bajo y una panorámica de Cocentaina por la que aun no habíamos pasado.

Vista de Cocentaina
A los pies del castillo

Por una de estas calles nos encontramos con la anécdota curiosa del día, ya que nos tuvimos que esperar a que el conductor de la foto que tenemos más abajo atravesara la calle aun sabiendo que no cabía Sin atender a comentarios ni ayudas se decidió a pasar la calle aunque le costara dejarse medio coche en la pared de piedras... menos mal que el coche era pequeñito!!!


Como que no paso???

Volvimos a coger la vía, a la altura de la Avenida del Ferrocarril y vuelta para casa, la subida se hizo un poco más pesada, por lo menos a mi.. Ya que el perfil pica para arriba y la calor empieza a ser un factor a tener en cuenta en nuestros entrenos.. (pero bueno habrá que ir acostumbrándose que Almansa no se caracteriza por su frio en esta época). Una vez parado el GPS nos salió una etapa de 12+1 Km, (bueno eso a mi a Jou se le quedaría en unos 14 ya que aun tenia que llegar al Gym).

No esta mal.... seguimos sumando Km.

AME, EL RETORNO

Hoy para celebrar los 7 meses de Joan i los 16 meses sin correr, Ame ha vuelto a correr y de que forma terminando con sensación de haber corrido un poco más, que es la sensación que se le tiene que quedar a una buena runner, por que un entreno es para entrenar y no para desfondarse, en resumen un buen inicio para retomar viejas sensaciones.


Ruta 5,3 km.
Perfil del entreno
En plena ascensión
En la cima
Impresionante
Preventori, cuatro kilometros para META
Aumentando la velocidad
Las vistas hacen por momentos que la dureza de las zancadas se lleven mejor
Ultima subida i dos kilometros META
Ültimo esfuerzo, y como buen runner acabando fuerte

L´Orxa - Pico La Safor

VIA VERDE L´ORXA - PICO LA SAFOR
Coronar el Pico de La Safor es todo un reto debido a los 1.013 m de la cumbre. Ya que desde donde partimos L´Orxa esta a menos de 300 metros, por lo tanto el desnivel a superar es muy importante. Desde la cumbre se ve Cullera, al sur tenemos la” Mallà del Llop” ,la Aitana y Ibiza al este, el águila del Benicadell y el Montcabrer, La Penyagolosa al norte.

FICHA DE LA RUTA
  • Fecha: Mayo - 2012
  • Tipo de ruta: Albergue El Serpis - Font del Olbits - Cava La Safor - Pico La Safor
  • Distancia: 18 km.
  • Duración: 4 horas
  • Desnivel positivo: 800 metros
  • Dificultad: Buena preparación física. El desnivel es muy fuerte.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
L´Orxa, comenzamos la ruta por el famoso Albergue BTT El Serpis, subimos por la carretera en dirección Villalonga, unos 5 kilómetros hasta llegar al cruce donde nos dirigimos a la Font dels Olbits, aquí será donde empezará nuestra aventura por una senda en dirección al Pico de La Safor, superando un desnivel de más de 700 metros.

Perfil de la Ruta
Mapa de la Ruta
Albergue del Serpis - Font dels Olbits (1 hora)
Este tramo es basicamente por asfalto, siempre picando hacia arriba, donde a lo largo de 5 kilómetros, vamos dejando al pueblo de L´Orxa a nuestra izquierda. Una vez superado el primer desnivel, continuamos subiendo en la que podemos visualizar en la parte derecha el Barranco del Infierno y la Antigua Via Del Ferrocarril junto al Rio Serpis. Pero nuestra dirección será contraria. Una vez llegado al cruce la Font del Olbits la tenemos a menos de un kilómetro..
Empieza la aventura
Vista Barranc de L´Infern
Duro Inicio Asfaltado
Font dels olbits - Plá la Safor (1 hora)
Aquí se puede decir que empieza la verdadera aventura, ya en los primeros metros notamos el gran desnivel que tendremos que ir superando en los próximos cinco kilómetros. Es hora de disfrutar del paisaje y no tener prisa por llegar. Al final nos encontramos con una llanura donde se encuentra la Cava de la Safor, en la que nos encontramos gran cantidad de gente tomando el almuerzo. A partir de aquí tenemos dos caminos, a la parte derecha subimos al Pico de La Safor y a la parte izquierda nos dirigimos a la Finestra de la Safor. Nuestra decisión al final será subir a la conquista de un nuevo Pico.

Font dels Olbits
Desnivel
Vista de la Ruta
Plá la Safor - Pico La Safor (15 minutos)
El último desnivel de la excursión, a menos de un kilómetro nos encontramos con el Pico de La Safor, rodeado de carrascas y donde podemos divisar la Playa. Una vista espectacular y que nos habiamos ganado a pulso. Decidimos volver a bajar al Plá de La Safor para almorzar. Aquí es donde tenemos el susto del día, un resbalón inoportuno hace que uno de los componentes caiga al suelo, pero su fortaleza le hace recuperarse e intentar el regreso..

Plá La Safor
Cava La Safor
Pico La Safor
GPS
1.013 metros
Cima
Plá la Safor - Vuelta a casa (1 hora y 30 minutos)
Una vez hemos recuperado las fuerzas, los más valiente realizarón la bajada corriendo, a su paso se encontraron con un rebaño de cabras que inundaban el camino, saltando a su paso. Una buena experiencia. El resto pasito a paso fue bajando disfrutando del camino.


Vuelta a casa
Rebaño Cabras
Pueblo L´Orxa
ROSTIDETA
Para celebrar el día del trabajo acabamos la excursión con una rostideta, donde se acercaron nuevos miembros de Zrunners.
Recuperando Fuerzas
Rio Serpis
Castell de Perpuntxent

dimecres, 2 de maig del 2012

La conquista de Almansa!!

CONFIRMACION: INSCRIPCION

El veterano "A" del equipo ya esta inscrito, si hay suerte y no hay ningún veterano más, hago podium fijo, jejeje